Trabajaba como gestor de banca privada, con una carrera estable y próspera. Pero entonces descubrí la inteligencia artificial y todo cambió.
Desde el primer momento, supe que no era solo una nueva tecnología, sino una revolución equiparable a Internet o a la Revolución Industrial. Su potencial para transformar negocios, automatizar procesos y redefinir la productividad me dejó totalmente impresionado.
La curiosidad se convirtió en obsesión y, sin dudarlo, me sumergí en un aprendizaje intensivo. Me formé, experimenté y exploré
la IA hasta comprender y dominar su funcionamiento. Desde entonces, no he parado. Hoy, mi misión es compartir este conocimiento y ayudar a otros a aprovechar el poder de la inteligencia artificial para transformar sus negocios y su futuro.